Después de padecer COVID-19, algunas personas desarrollan secuela a largo plazo, a menudo con síntomas difíciles de tratar. Esta patología también se denomina covid persistente, prolongado o de larga duración, así como síndrome poscovid. Los estudios muestran que la neuroinflamación desempeña un papel importante en ello. El Astragalus membranaceus contrarresta la neuroinflamación y, por lo tanto, podría contribuir de forma significativa al tratamiento de los síntomas del covid persistente, como la niebla mental, los dolores de cabeza y los problemas de memoria.
Hablamos de covid persistente o síndrome poscovid cuando alguien experimenta al menos un síntoma durante más de tres meses después de una infección por SARS-CoV-2. Entre los posibles síntomas se incluyen la fatiga persistente, los problemas de memoria y de concentración, los dolores de cabeza y los problemas para dormir.
También se pueden experimentar múltiples síntomas persistentes que impiden funcionar de forma normal en la vida diaria o trabajar. En los Países Bajos, casi dos tercios de los trabajadores con covid persistente han sido declarados totalmente incapacitados para trabajar por el UWV [1].
El covid persistente o síndrome poscovid tiene muchas similitudes con otros síndromes de fatiga posviral, como la encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC). Es probable que el denominador común entre estos síndromes posvirales sea una inflamación leve pero crónica del cerebro, también llamada neuroinflamación.
En este artículo te explicamos cómo puede surgir dicha neuroinflamación después de una infección viral y cómo tratarla.
La raíz (radix) de Astragalus membranaceus (imagen 1) se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional china, donde se conoce como Huang Qi. Los principios activos más importantes de esta raíz son las saponinas (incluidos varios astragalósidos), los polisacáridos (incluidos los astragaloglucanos) y los flavonoides (incluidas las isoflavonas). Tradicionalmente, la raíz de Astragalus membranaceus se ha utilizado para estimular el metabolismo, la resistencia, la fuerza y la vitalidad.
(Imagen 1: Astragalus membranaceus radix)
El astrágalo mejora la fatiga crónica, inhibe la inflamación y tiene un efecto antiviral. Además, las investigaciones recientes han descubierto otro efecto interesante de esta planta.
Se ha demostrado que el astrágalo protege y restaura la integridad de la barrera hematoencefálica al optimizar la función endotelial [2]. Restaurar esta barrera es un paso esencial en el tratamiento del covid persistente, porque una barrera dañada constituye la base del desarrollo de la neuroinflamación a largo plazo.
Estos conocimientos hacen de esta planta un agente terapéutico muy atractivo para las personas que padecen dolencias crónicas surgidas después de una infección viral. En este sentido, el efecto de la planta en el covid persistente es comparable a su efecto en otros síndromes posvirales.
Los síntomas que padecen las personas con covid persistente surgen por una reacción inflamatoria en el cerebro que no parece resolverse. Esta neuroinflamación a largo plazo también se observa en otras patologías relacionadas, como la EM/SFC y la enfermedad de Lyme. Al igual que con estas patologías, como terapeuta, es muy importante reconocer y tratar dicha neuroinflamación. Solo así se pueden resolver los síntomas como la niebla mental, los dolores de cabeza y los problemas de memoria.
¿Inflamación del cerebro debido a una infección?
Cuando un virus infecta nuestras células, nuestro sistema inmunitario responde. Esto ocurre a través de una cascada de producción de citoquinas y la subsiguiente movilización de las células inmunitarias. Aunque es un proceso interesante, describirlo en profundidad va más allá del alcance de este artículo. En lo que sí nos vamos a enfocar aquí es en la respuesta inflamatoria que tiene lugar en el cerebro durante una infección viral.
Debido a la existencia de una barrera hematoencefálica (BHE) bien regulada, normalmente el cerebro está bien protegido de la actividad inmunitaria en el torrente sanguíneo, y las células inmunitarias no pueden infiltrarse fácilmente en el cerebro. Esto evita una respuesta inflamatoria innecesaria en el cerebro.
Sin embargo, en caso de una inflamación sistémica, como en el COVID-19, esta barrera hematoencefálica puede volverse hiperpermeable debido a daños en el endotelio, lo que permite que las células inmunitarias, como los linfocitos, las células asesinas naturales y los monocitos, accedan al cerebro y desencadenen una respuesta inflamatoria en el mismo.
Neuroinflamación: lo bueno, lo malo y lo feo
La edad, la genética, las afecciones subyacentes e incluso la composición del microbioma intestinal determinan cuánto tiempo puede permanecer funcional el endotelio y, por lo tanto, lo permeable que puede volverse la barrera hematoencefálica en caso de inflamación sistémica [3].
En algunas situaciones, la neuroinflamación puede tener un efecto positivo y protector, como cuando sirve de defensa contra patógenos que pueden infiltrarse en el cerebro o cuando hay que reparar daños neuronales. En otros casos, la neuroinflamación puede ser innecesaria o excesiva, como cuando la barrera hematoencefálica está dañada.
Se ha demostrado que dicha neuroinflamación también ocurre con el covid persistente (imagen 2) [4,5]. Una neuroinflamación a largo plazo como la que ocurre con el covid persistente se considera patológica y dañina.
(Imagen 2: Escáner PET de 2 personas con covid persistente y un grupo de control formado por 3 personas sanas. Los colores verde, amarillo, naranja y rojo señalan la inflamación. Los colores azul y negro señalan el tejido cerebral sano. De: Visser D, Golla SSV, Verfaillie SCJ, Coomans EM, Rikken RM, van de Giessen EM, et al. Long COVID is associated with extensive in-vivo neuroinflammation on [ 18 F]DPA-714 [6]
Síntomas de neuroinflamación
Una reacción inflamatoria en el cerebro afecta a algunas funciones cerebrales, lo que a menudo genera síntomas fáciles de reconocer.
Los síntomas más comunes de la neuroinflamación son:
Estos síntomas muestran similitudes con los síntomas notificados por personas que padecen síndromes posvirales como el covid persistente.
La raíz de Astragalus membranaceus puede ayudar a las personas que sufren a menudo síntomas de una neuroinflamación grave y duradera, como el covid persistente.
Para empezar, el Astragalus membranaceus tiene un efecto antiviral directo, por lo que cualquier partícula de virus latente se puede eliminar de manera más eficaz. Además, el Astragalus tiene un efecto positivo en la fatiga crónica [8,9].
Pero lo que quizás sea más interesante del Astragalus es la influencia que ejerce sobre la barrera hematoencefálica. El astragalósido IV, un ingrediente activo del Astragalus, tiene tres propiedades muy interesantes.
Dado que las vidas de los pacientes con covid persistente están dominadas por síntomas graves y duraderos como resultado de la neuroinflamación crónica, el Astragalus y su ingrediente activo, el astragalósido IV, parecen ofrecer una buena solución a esta situación.
La combinación de la actividad antiviral y la inhibición activa e incluso resolución de la neuroinflamación hace del Astragalus membranaceus un interesante tratamiento para síndromes posvirales como el covid persistente.
El efecto de este tratamiento puede llegar a ser aún más potente si se combina con otras sustancias o plantas. Una de estas plantas es el Eleutherococcus senticosus (ginseng siberiano), que también ha demostrado su eficacia contra el covid persistente [11].
El Astragalus membranaceus se puede usar en síndromes posvirales como el covid persistente debido a sus propiedades únicas. Las raíces de esta planta medicinal son capaces de restaurar la barrera hematoencefálica e inhibir la neuroinflamación, por lo que permiten combatir los síntomas persistentes de la neuroinflamación.
Esta planta medicinal se puede combinar con otro potente ingrediente, el Eleutherococcus senticosus, lo que hace que el tratamiento sea más eficaz.
Para tratar a clientes con covid persistente que sufren síntomas de neuroinflamación a largo plazo, se pueden usar 900 mg de extracto de Astragalus membranaceus radix y aproximadamente 250 mg de extracto de Eleutherococcus senticosus radix al día durante un mínimo de 4 semanas. En nuestra experiencia, estas dosis son las que mejor funcionan.
No obstante, el covid persistente y otros síndromes posvirales son afecciones complejas en las que intervienen muchos factores. Por ejemplo, además de la neuroinflamación, también hay una disfunción mitocondrial y, a veces, daños pulmonares.
Por ello, una terapia que aborde todos los mecanismos de acción que estén (o puedan estar) afectados tendrá más posibilidades de éxito. Para el covid persistente, te proponemos esta terapia.
Bronnen
1. Service K&. UWV: meeste cliënten met langdurige coronaklachten volledig arbeidsongeschikt [Internet]. [cited 2022 Nov 2]. Available from: https://www.uwv.nl/nl/persberichten/uwv-meeste-clienten-met-langdurige-coronaklachten-volledig-arbeidsongeschikt?friendlyurl=/overuwv/pers/persberichten/2022/uwv-meeste-clienten-met-langdurige-coronaklachten-volledig-arbeidsongeschikt.aspx
2. Han R, Tang F, Lu M, Xu C, Hu J, Mei M, et al. Astragalus polysaccharide ameliorates H2O2-induced human umbilical vein endothelial cell injury. Molecular Medicine Reports. 2017 Jun;15(6):4027–34.
3. Galea I. The blood–brain barrier in systemic infection and inflammation. Cell Mol Immunol. 2021 Nov;18(11):2489–501.
4. Klein R, Soung A, Sissoko C, Nordvig A, Canoll P, Mariani M, et al. COVID-19 induces neuroinflammation and loss of hippocampal neurogenesis [Internet]. In Review; 2021 Oct [cited 2022 Oct 27]. Available from: https://www.researchsquare.com/article/rs-1031824/v1
5. Visser D, Golla SSV, Verfaillie SCJ, Coomans EM, Rikken RM, van de Giessen EM, et al. Long COVID is associated with extensive in-vivo neuroinflammation on [ 18 F]DPA-714 PET [Internet]. Infectious Diseases (except HIV/AIDS); 2022 Jun [cited 2022 Oct 27]. Available from: http://medrxiv.org/lookup/doi/10.1101/2022.06.02.22275916
6. Visser D, Golla SSV, Verfaillie SCJ, Coomans EM, Rikken RM, van de Giessen EM, et al. Long COVID is associated with extensive in-vivo neuroinflammation on [ 18 F]DPA-714 PET [Internet]. Infectious Diseases (except HIV/AIDS); 2022 Jun [cited 2022 Aug 10]. Available from: http://medrxiv.org/lookup/doi/10.1101/2022.06.02.22275916
7. Resultaten Long COVID onderzoek [Internet]. C-support. [cited 2022 Oct 27]. Available from: https://www.c-support.nu/resultaten-long-covid-onderzoek/
8. Cho JH, Cho CK, Shin JW, Son JY, Kang W, Son CG. Myelophil, an extract mix of Astragali Radix and Salviae Radix, ameliorates chronic fatigue: A randomised, double-blind, controlled pilot study. Complementary Therapies in Medicine. 2009 Jun;17(3):141–6.
9. Zhang Y, Jin F, Wei X, Jin Q, Xie J, Pan Y, et al. Chinese herbal medicine for the treatment of chronic fatigue syndrome: A systematic review and meta-analysis. Front Pharmacol. 2022 Sep 29;13:958005.
10. Kang X, Su S, Hong W, Geng W, Tang H. Research Progress on the Ability of Astragaloside IV to Protect the Brain Against Ischemia-Reperfusion Injury. Front Neurosci. 2021 Nov 16;15:755902.
11. Karosanidze I, Kiladze U, Kirtadze N, Giorgadze M, Amashukeli N, Parulava N, et al. Efficacy of Adaptogens in Patients with Long COVID-19: A Randomized, Quadruple-Blind, Placebo-Controlled Trial. Pharmaceuticals. 2022 Mar 11;15(3):345.