Tiempo atrás no se usaba la Cimicifuga racemosa en mujeres con un historial relacionado con cáncer de mama por la supuesta función estrógena. Investigaciones recientes han demostrado que el uso de la Cimicifuga racemosa es seguro para este grupo de mujeres. Sin embargo, todavía no se sabe si estas mujeres obtendrán beneficio de los efectos positivos que ejerce la Cimicifuga racemosa sobre los síntomas menopáusicos como los sofocos [2,9,18]. Recomendamos cautela a la hora de recetar el extracto de Cimicifuga racemosa a mujeres con patologías sensibles a las hormonas como cáncer de ovarios, mama, cervix, mioma uterino o endometriosis.