Perspectiva occidental
Actualmente la ciencia occidental ya reconoce las diversas aplicaciones tradicionales. Unas indicaciones reconocidas son, entre otras: el rendimiento físico, la vitalidad, la líbido y la fertilidad, apoyo de las vías respiratorios, riñones, pulmones y del sistema cardiovascular.
En la actualidad el producto también resulta muy popular tanto en la medicina complementaria como en la medicina convencional. La cordicepina, uno de los componentes del Cordyceps (pero también de otros hongos), se utiliza para la producción de la ciclosporina, un medicamento que en general se aplica para inhibir el sistema inmunológico después una trasplante de órgano.
Variedades silvestres y cultivadas
El Cordiceps silvestre es escaso y la mayor parte de la producción comercial consiste de cultivos artificiales del micelio cultivados en sustratos de arroz o soja. Se produce sin gusanos y el micelio no tiene la oportunidad de formar el cuerpo fructífero. El cultivo en sustratos tiene varias ventajas, entre ellas, mayor control de calidad, estandarización, menos contaminación por otros hongos y metales pesados. A consecuencia de la escasez de los hongos silvestres, su cosecha resulta muy valiosa y causa a menudo conflictos entre los campesinos de los altiplanos de Tíbet.
Perfil químico idéntico
Además, se ha comprobado, por medio de la cromatografía líquida, que las variedades silvestres tienen el perfil químico idéntico a las cultivadas y, de este modo, no se pueden hacer distinciones clínicamente. En general los ensayos clínicos se realizan mediante las variedades cultivadas del Cordyceps y resultan muy aptas para la aplicación terapéutica.
Otros componentes con efectos terapéuticos son los llamados ácidos cordicépticos, que consisten de D-manitol, un isómero con una estructura poliol. El porcentaje de los ácidos cordicépticos de los complementos nutritivos comercializados suele indicar la calidad del extracto. Se ha demostrado que la sustancia tiene efectos diuréticos, efectos profilácticos para el fallo renal, alivia la tos y el asma y combate los radicales libres. Sobre todo se puede aplicar en el tratamiento de problemas circulatorios cerebrales, por ejemplo, para estimular la microcirculación y el aporte de sangre al cerebro.
No parece muy factible que los numerosos efectos farmacológicos del Cordyceps se puedan atribuir solamente a la cordicepina y los ácidos cordicépticos. Una investigación in Vivo ha demostrado que el hongo contiene diversos polisacáridos con un efecto hipoglucemiante. Además, se han encontrado otros componentes (entre otros, el antibiótico ophiocordina y cordypiridones) del cual todavía no se ha aclarado el mecanismo de funcionamiento.
Se supone que la función del Cordyceps se basa en el conjunto total de las sustancias activas (sinergia).
Líbido y fertilidad
En la medicina tradicional China (MTC) el Cordyceps es utilizado para estimular la líbido. Ensayos actuales han demostrado este efecto en ratas, tanto en ejemplares masculinos como femeninos. Han constatado una disminución significante de los espermatozoas anormales, además, constataron un aumento significante del tamaño y del peso de los genitales. Otra investigación ha demostrado claramente un aumento en la cantidad de hormonas sexuales masculinas en el esperma. Un ensayo in Vitro indica que este efecto posiblemente se atribuye a la producción de las hormonas esteroides. Además, los científicos opinan que el Cordyceps mejora la fertilidad femenina y aumenta el éxito de los tratamientos de FIV (la fecundación in vitro). Este efecto del Cordyceps posiblemente se basa en el aumento de los estrógenos.
Colesterol y el metabolismo de los lípidos
Un ensayo clínico con Cordyceps que duró 30 días demostró una disminución de los triglicéridos y del nivel de colesterol- LDL. Al mismo tiempo, se constató un aumento significante del 30% del colesterol 'bueno', el colesterol- HDL. En otra investigación del efecto del Cordyceps en la reducción del los lípidos, utilizaron ratas que consumían una dieta rica en grasas; tal y como se esperaba, constataron un aumento significante del colesterol total, triglicéridos, colesterol- LDL y -VLDL. A continuación, suministraron Cordyceps y causó una reducción importante de estos valores. Además, pudieron constatar un aumento de, entre otros, la lipoproteína lipasa (LPL), que acelera la hidrólisis de los triglicéridos. Por lo tanto, los investigadores concluyeron que la cordicepina contribuye a la regulación del perfil de los lípidos. De qué modo la cordicepina consigue este efecto requiere más investigación.
Afecciones de las vías respiratorios
En la MTC se presta mucha atención a la influencia que ejerce el Cordyceps sobre las vías respiratorias. Varios ensayos clínicos ya han confirmado los efectos favorables del cordyceps en pacientes afectados por bronquitis crónica y asma bronquial. El suministro de Cordyceps mejoró la función pulmonar. Pacientes que padecían de tos a consecuencia del asma notaron más alivio en menos tiempo con el uso de Cordyceps. Además, hay pruebas clínicas que indican que el cordyceps puede beneficiar a pacientes con EPOC. También los resultados en otras enfermedades pulmonares son prometedores, pero requieren más investigación
Riñones
En la MTC se utiliza el Cordyceps para estimular la función renal. Los ensayos clínicos actuales confirman que el Cordyceps contribuye a la función del riñón en pacientes con fallo renal. Además, reduce los valores- BUN y corrige la anemia, una complicación generada por el fallo renal. El valor BUN (Blood Ureum Nitrogen) indica la cantidad de nitrógeno ureico en sangre. El aumento de este indicador suele señalar un trastorno de la función de los riñones o insuficiencia renal. Una dosis diaria de 3,5 gramos mejoró la función renal en pacientes con fallo renal crónico. Además, mejoró el tiempo de recuperación en pacientes con daños renales a consecuencia de la gentamicina, un antibiótico nefrotóxico.
Apoyo cardiovascular
Muchas investigaciones demostraron los diversos efectos positivos que el cordyceps ejerce sobre el sistema cardiovascular: controla la mayoría de las arritmias, mejora mucho el ECG y disminuye los síntomas clínicos en pacientes con isquemia cardiaca y fallo cardiaco crónico. Además, disminuye la anoxia (falta de oxígeno) del corazón. El Cordyceps mejora el transporte sanguíneo hacía los órganos vitales como el corazón y el cerebro, disminuye la agregación de las plaquetas y evita la trombosis. En este último aspecto mencionado, se parece mucho al Ginkgo biloba.
Protección hepática
Gracias al cordyceps, los valores del suero sanguíneo de algunos pacientes con hepatitis B en análisis sanguíneos, volvieron a índices normales (los que detectan la concentración elevada de las grasas enturbiando el suero). En pacientes que padecen de cirrosis hepática pos hepática, el Cordyceps redujo significativamente la carga vírica de la hepatitis B. También se han realizado ensayos clínicos en que investigaron el efecto de 3 gramos diarios de Cordyceps en el hígado graso alcohólico. En un periodo de 90 días consiguieron una reducción de 70% de la aspartato transaminasa (AST), 63% de la alanina aminotransferasa (ALT), y 64% de la gama glutamil transpeptidasa (GGT), unos marcadores importantes del daño hepático (causado por el alcohol).
Metabolismo de la glucosa
En animales, parece ser que el Cordyceps puede funcionar como una sustancia hipoglucemiante. En este efecto hipoglucemiante están involucradas diversas encimas, entre otras la hexocinasa, la glucosa-6-fosfato deshidrogenasa y la glucocinasa en el hígado.
También en humanos se han encontrado datos similares. Parece ser que el Cordyceps estimula la liberación de la insulina, aumenta la cantidad de glucocinasa por el hígado e incrementa la sensibilidad a la insulina de las células. Una investigación randomizada con una dosis diaria de 3 gramos de Cordyceps demostró una mejoría del perfil glúcido en el 95% de los pacientes, mientras los pacientes que recibieron otro tipo de tratamiento mejoraron sólo un 54%. Además, se ha mencionado que una dosis de Cordyceps de 4,5 gramos diaria en pacientes diabéticos inducidos por el alcohol disminuyó la necesidad de alcohol. El cordyceps posiblemente tiene el mecanismo de función similar a la metformina, un medicamento común para reducir la concentración de glucosa en sangre. Las investigaciones recientes han demostrado que la cordicepina y nucleósidos relacionados jueguan un papel activo en el efecto anti diabético del Cordyceps.
Modulación inmunológica y antiinflamatoria
El Cordyceps es un modulador inmunológico moderado. El producto estimula, entre otros, la producción de interferones (IFN) y proteínas naturales (citocinas) que realizan, en sus diversas presentaciones, funciones importantes del sistema inmunológico. Los interferones trastornan el mecanismo de la replicación vírica y ayudan controlar y combatir las infecciones agudas y crónicas. La capacidad de trastornar la síntesis del ARN ha conducido al uso de los derivados de los nucleósidos (también llamada inhibidores de la transcriptasa inversa) en el tratamiento de infecciones víricas, entre ellos HIV y la hepatitis (por ejemplo el medicamento Retrovir). Estos inhibidores de la transcriptasa inversa no tienen ninguna oportunidad en células sanas, porque son adelantados rápidamente por el nucleósido perteneciente. Sin embargo, en las células con una división rápida infectadas por el virus pueden inhibir la replicación de forma efectiva. Al mismo tiempo los polisacáridos modulan la reacción inmunológica contra las infecciones víricas. Esta combinación del aumento de la respuesta inmunológica y el trastorno de la replicación vírica hace que los investigadores consideran el Cordyceps uno de los hongos más efectivos para el tratamiento de las infecciones virales.
La mayoría de las investigaciones con humanos utilizan con éxito dosis entre 2 y 9 gramos diarios de Cordyceps (micelio).