Reconocer y tratar la carencia de zinc

miércoles 20-abril-2022

En nuestro artículo: " Prevención: ¿Con qué nutrientes puede aumentar las defensas? " ya tuvo la oportunidad de leer que el zinc es una de las sustancias que puede utilizarse de forma preventiva para fortalecer el sistema inmunitario. Sin embargo, la función que ejerce el zinc en el organismo es mucho más que eso. Por este motivo, en este artículo profundizamos sobre el oligoelemento zinc. Una vez leído el artículo, tendrá mucho más conocimiento acerca de las funciones del zinc, cómo reconocer una deficiencia y qué forma de suplemento de zinc utilizar.  

 

Importancia para la salud de la metionina de zinc

El zinc es un oligoelemento esencial. El cuerpo contiene en total de 2 a 4 gramos de zinc. Después del hierro, esta sustancia es el oligoelemento que más presencia tiene en el cuerpo [1]. Debido a que el cuerpo humano no tiene la capacidad de almacenar zinc, se tiene que ingerir como parte de una dieta equilibrada. El zinc se encuentra de forma natural en alimentos ricos en proteínas como la carne (de órganos), frutos secos, aves de corral, pescado y marisco.

Dado que las personas se han vuelto más dependientes de la agricultura y menos de la caza, la pesca y la recolección, la ingesta de zinc ha disminuido de forma drástica [2]. Lo que puede causar problemas de salud, ya que el zinc es sumamente importante para el buen funcionamiento del organismo.

 

Funciones del zinc

El zinc ayuda en numerosos procesos biológicos y forma parte de más de 300 enzimas. Por otro lado, tiene un efecto positivo en el sistema inmunitario y trabaja para proteger las células y tejidos sanos. De este modo, el zinc refuerza las defensas del organismo contra las sustancias perjudiciales y desconocidas.

Más del 85 % del zinc que hay presente en el cuerpo se encuentra en los huesos y en los músculos [3]. Los huesos sostienen el cuerpo proporcionando estructura y protección. El zinc es esencial para la composición de los huesos y juega un papel importante en la formación de los mismos. Por tanto, tener una ingesta adecuada de zinc es importante para reforzar los huesos.

Asimismo, el zinc apoya la facultad regenerativa de la piel y la nutre desde el interior. Con una superficie de 1,7 m2, la piel también se considera el órgano más grande del cuerpo humano. Además, el zinc es beneficioso en el proceso de división celular y contribuye a la producción de células y tejidos.

Por otro lado, el zinc también mejora la fertilidad masculina. Contribuye a la producción de esperma y al mantenimiento de los niveles normales de testosterona en la sangre. Por lo tanto, el zinc es beneficioso para lograr una calidad normal de los espermatozoides y contribuye a la fertilidad y la reproducción normales.

Por último, el zinc también cumple una función esencial en la interacción entre los diversos factores dietéticos y  contribuye a un metabolismo normal de la vitamina A y los carbohidratos.

 

El zinc también influye en el estrés

Es posible que el hecho de que el zinc se puede utilizar en casos de tensión y esfuerzo no sea muy conocido. Sin embargo, el zinc, contribuye a la resistencia normal al estrés y ayuda ante la presión y el esfuerzo mental. Así es como el zinc ayuda a mantener una mente despejada. El zinc también contribuye a la preservación de las funciones cognitivas, contribuyendo a lograr una capacidad normal de entendimiento, de aprendizaje y de concentración.

 

¿Cómo funciona el metabolismo del zinc?

La absorción de minerales procedentes de los alimentos está condicionada por la denominada competencia de los minerales. ¿Cómo funciona esto?

En la mayoría de los casos, la absorción de minerales en el intestino se realiza de forma pasiva (excepto el hierro y el calcio). La mayor parte de los minerales llegan al intestino en forma de iones, donde son absorbidos por un transportador pasivo. El transportador no es específico, lo que significa que puede absorber todo tipo de minerales. Como resultado, determinados minerales pueden impedir la absorción de otros.

Además de la competencia entre los minerales, la absorción del zinc también puede verse influida por los factores nutricionales determinados por el fitato, el ácido oxálico y los taninos. El fitato se puede encontrar en las nueces, las semillas y los granos ricos en fibra. El ácido oxálico en vegetales verdes. Los taninos están muy repartidos y se encuentran, entre otros, en las frutas (sin madurar), las verduras, el cacao, el café y el té. Todos estos factores dietéticos pueden unirse al zinc elemental, lo que impide que sea absorbido por el intestino [1,2,4].

Con el incremento de la necesidad física de zinc, la homeostasis de zinc por el cuerpo es más eficiente. La homeostasis del zinc implica la absorción y excreción de esta sustancia del cuerpo a través de los intestinos. En caso de ingerir lo suficiente y disponer de un buen nivel corporal de zinc, el exceso de zinc se elimina del organismo a través de las heces. Con una ingesta baja de zinc, esto ocurre en menor medida [5-7].

La absorción de zinc también es más eficiente con tomas bajas de zinc, lo que probablemente se deba a una mayor producción de proteínas de metalotioneína. Estas proteínas se producen en el páncreas y se unen a los metales, lo que les permite ser absorbidos de forma activa [8,9].

 

Deficiencia de zinc: reconocer los síntomas

El cuerpo es capaz de regular sus propios niveles de zinc. Sin embargo, en el caso de deficiencias dietéticas, es aconsejable mantener los niveles adecuados de zinc. La carencia de zinc en la dieta puede causar una redistribución de zinc en las células y los tejidos. El hígado, los huesos y los testículos pueden así ser privados de zinc para suministrarlo a otros tejidos [9].

Por tanto, los síntomas de carencia de zinc en los niños son sobre todo visibles en el hígado, los huesos y el tejido testicular. En los adultos, los síntomas de carencia son más diversos y a veces es difícil diagnosticar dicha carencia. Un buen indicio de deficiencia de zinc es la disminución del sentido del olfato y del gusto, al igual que ocurre, por ejemplo, en caso de COVID-19. Debido a la regulación homeostática del zinc en el suero sanguíneo, los niveles de zinc en la sangre no se corresponden con la cantidad ingerida [10,11].

La comprobación científica de la deficiencia de zinc se estableció por primera vez en 1963 en un estudio realizado entre agricultores cuya dieta consistía principalmente en cereales, zanahorias y hortalizas y contenía poco zinc [12,13].

Las deficiencias de zinc son hoy en día más comunes en los países del (sub)trópico. Esto se debe a las deficiencias nutricionales [14]. El nivel de zinc por debajo del nivel ideal también se da en otros países. Además, el sudor contiene niveles relativamente altos de zinc, por lo que la pérdida de este mineral es mayor en los climas más cálidos. La pérdida de zinc a través del sudor es de alrededor de 3-4 mg por día y puede llegar a ser de hasta 14 mg por día [15]. Por tanto, si se usa la sauna varias veces a la semana, es posible que se produzca una disminución del zinc disponible [16].

 

Suplemento de zinc: ¿en qué forma?

A veces es necesario reponer los niveles de zinc del propio cuerpo. La metionina de zinc es la forma más adecuada para esto. La metionina de zinc es zinc elemental unido al aminoácido metionina. En el caso de los minerales unidos a los aminoácidos, no hay competencia mineral porque se absorben a través del transporte de aminoácidos activos en el intestino.

La metionina es uno de los aminoácidos que mejor se absorbe. Se trata de un aminoácido esencial que desempeña un papel fundamental en muchos procesos y contribuye a la síntesis normal de las proteínas. La metionina es considerada como el "aminoácido de inicio", ya que el organismo siempre necesita metionina primero para poder producir una nueva proteína. Por ello, el organismo muestra preferencia por la absorción de la metionina frente a otros aminoácidos.

Por consiguiente, un compuesto de metionina de zinc posee una ventaja sobre otros compuestos de aminoácidos de zinc, como el óxido de zinc, el sulfato de zinc, el citrato de zinc, el picolinato o el gluconato. Además, el zinc en un compuesto de aminoácidos no se une a otros factores nutricionales como el fitato, el ácido oxálico y los taninos.

El óxido de zinc es una forma inorgánica de zinc que generalmente no se usa en suplementos alimentarios. Sin embargo, el óxido de zinc se puede utilizar en cosméticos, protectores solares y cremas para el acné. Cuando se usa en la piel, tiene un efecto antibacteriano y absorbente de los rayos UV. Como suplemento nutricional, el óxido de zinc es un producto difícilmente biodisponible.

El sulfato de zinc es una forma de sal de zinc que se divide en iones en el estómago. Los iones pueden unirse a los factores nutricionales que reducen la cantidad de zinc disponible y compiten en la competencia de los minerales. La absorción de zinc en forma de sulfato de zinc es, por lo tanto, menor que la del zinc en un compuesto de aminoácidos.

El citrato de zinc, el picolinato de zinc y el gluconato de zinc son formas de zinc ligadas a los ácidos orgánicos. Estas formas de zinc tienen la ventaja de que no se unen a los factores nutricionales y esquivan la competencia entre los minerales. De estas tres formas de zinc, el picolinato de zinc es la más absorbible, pero la absorción de esta forma de zinc es menor que con un compuesto de aminoácidos.

 

Conocimientos en la práctica

Una carencia de zinc puede ser asintomática debido a que el zinc interviene en muchos procesos biológicos. El síntoma más importante de la carencia de zinc es la reducción del sentido del olfato y del gusto. Una carencia se puede dar cuando, por ejemplo, el cuerpo tiene una mayor necesidad o se tiene una nutrición inadecuada. Un ejemplo de nutrición inadecuada es la dieta vegetariana, ya que ésta es relativamente baja en zinc y contiene muchos factores nutricionales que impiden la absorción del zinc.

Dado que la metionina de zinc no se une a los factores nutricionales, puede tomarse con los alimentos y bastan dosis más bajas en comparación con otros tipos de suplementos de zinc, como el sulfato de zinc. Además, la absorción de un compuesto de zinc-aminoácido es mejor que la de un compuesto de zinc con un ácido orgánico como el citrato de zinc. De los aminoácidos, se prefiere la metionina porque es bien absorbida por el intestino.

Las dosis serán personalizadas y variarán de 1 a 3 cápsulas con 15 mg de zinc elemental por cápsula. En caso de que la necesidad de zinc aumente o que la dieta sea inadecuada, la ingesta de suplementos puede ser de gran ayuda.

Fuentes

1.            Rink L. Zinc and the immune system. Proc Nutr Soc. 2000 Nov;59(4):541–52.

2.            Solomons NW. Dietary Sources of Zinc and Factors Affecting its Bioavailability. Food Nutr Bull. 2001 Jan;22(2):138–54.

3.            Institute of Medicine (U. S.). Dietary Reference Intakes for Vitamin A, Vitamin K, Arsenic, Boron, Chromium, Copper, Iodine, Iron, Manganese, Molybdenum, Nickel, Silicon, Vanadium, and Zinc. Washington (DC): The National Academies Press; 2001. 800 p.

4.            Lönnerdal B. Dietary factors influencing zinc absorption. J Nutr. 2000;130(5S Suppl):1378S-83S.

5.            Ziegler EE, Serfass RE, Nelson SE, Figueroa-Colón R, Edwards BB, Houk RS, et al. Effect of low zinc intake on absorption and excretion of zinc by infants studied with 70Zn as extrinsic tag. J Nutr. 1989 Nov;119(11):1647–53.

6.            Sian L, Krebs NF, Westcott JE, Fengliang L, Tong L, Miller LV, et al. Zinc homeostasis during lactation in a population with a low zinc intake. Am J Clin Nutr. 2002 Jan 1;75(1):99–103.

7.            Sian L, Mingyan X, Miller LV, Tong L, Krebs NF, Hambidge KM. Zinc absorption and intestinal losses of endogenous zinc in young Chinese women with marginal zinc intakes. Am J Clin Nutr. 1996 Mar 1;63(3):348–53.

8.            Van Wouwe JP, Uijlenbroek JJM. The role of the pancreas in the regulation of zinc status. Biol Trace Elem Res. 1994 Aug 1;42(2):143–9.

9.            King JC, Shames DM, Woodhouse LR. Zinc homeostasis in humans. J Nutr. 2000 May 1;130(5S Suppl):1360S-1366S.

10.          Moran VH, Stammers A-L, Medina MW, Patel S, Dykes F, Souverein OW, et al. The Relationship between Zinc Intake and Serum/Plasma Zinc Concentration in Children: A Systematic Review and Dose-Response Meta-Analysis. Nutrients. 2012 Aug;4(8):841–58.

11.          Alpers DH. Subclinical micronutrient deficiency:  a problem in recognition. Curr Opin Gastroenterol. 2012 Mar;28(2):135–8.

12.          Prasad AS, Miale A, Farid Z, Sandstead HH, Schulert AR, Darby WJ. Biochemical studies on dwarfism, hypogonadism, and anemia. Arch Intern Med. 1963 Apr;111:407–28.

13.          Sandstead HH. Human Zinc Deficiency: Discovery to Initial Translation123. Adv Nutr. 2013 Jan 4;4(1):76–81.

14.          Wessells KR, Brown KH. Estimating the global prevalence of zinc deficiency: results based on zinc availability in national food supplies and the prevalence of stunting. PloS One. 2012;7(11):e50568.

15.          Driskell JA. Nutrition and Exercise Concerns of Middle Age. CRC Press; 2009. 518 p.

16.          Uhari M, Pakarinen A, Hietala J, Nurmi T, Kouvalainen K. Serum iron, copper, zinc, ferritin, and ceruloplasmin after intense heat exposure. Eur J Appl Physiol. 1983;51(3):331–5.