Las consecuencias psicosociales del coronavirus

jueves 11-marzo-2021

Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo una de las principales causas de muerte en nuestro país. El endotelio, es decir, la capa celular que forma el revestimiento interior del corazón, los vasos sanguíneos y el sistema linfático, influye en la aparición en las enfermedades cardiovasculares. ES or ello que un mal funcionamiento del endotelio supone ser un factor de riesgo para el desarrollo de la aterosclerosis. El grado en que el endotelio esté dañado y, por lo tanto, funcione peor, también parece ser un factor que puede indicar la posibilidad de que se produzca o se repita un episodio cardiovascular, como un infarto agudo de miocardio.

La cuestión que se plantea en este estudio es si la nutrición puede ser beneficiosa para esta función endotelial.

El estudio

Investigadores de la Universidad de Córdoba, el Hospital Universitario Reina Sofía y el Instituto de Investigación Biomédica Maimónides de Córdoba (IMIBIC) han publicado recientemente un estudio en el que examinan el efecto sobre el endotelio de dos dietas diferentes [1].

En el estudio participaron 805 personas que habían sufrido en el pasado un infarto agudo de miocardio. Se dividieron en dos grupos de forma aleatoria y se les prescribió una dieta diferente. La función endotelial en ambos grupos se analizó al principio del estudio y al cabo de un año.

Los investigadores observaron la capacidad de los vasos para dilatarse (vasodilatación). Una buena capacidad de vasodilatación es importante para que el sistema cardiovascular pueda adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes en las que tiene que funcionar el organismo, como puede ser, por ejemplo, al hacer deporte o en situaciones de estrés a las que el cuerpo tiene que enfrentarse y que exigen un mayor flujo sanguíneo.

El estudio también analizó el grado en que el endotelio de los participantes estaba dañado, así como su capacidad para autorregenerarse con ayuda de células madre.

Al grupo 1 se le prescribió la dieta mediterránea

Un grupo recibió instrucciones de seguir una dieta mediterránea. Debían comer frutas y verduras todos los días, legumbres 3 veces a la semana, pescado 3 veces a la semana y una ración de frutos secos 3 veces a la semana. También debían utilizar generosamente aceite de oliva virgen extra. Además, debían reducir su consumo de carne, especialmente roja, y evitar el consumo de grasas adicionales en forma de margarina y mantequilla, así como de alimentos con alto contenido en azúcar.

El resultado fue una dieta que consistía en un 35 % de grasa, de la cual el 22 % era grasa monoinsaturada y menos de un 50 % de carbohidratos.

El grupo 2 siguió una dieta baja en grasas

Al otro grupo se le indicó que siguiera una dieta baja en grasas. Tenían que reducir todas las formas de grasa, tanto animal como vegetal, y aumentar su consumo de carbohidratos complejos. También debían reducir su consumo de carne (especialmente roja). Si consumían lácteos, tenían que ser lácteos bajos en grasa y no se les permitía comer frutos secos. Se les indicó reducir la ingesta de dulces y bollería. Su dieta consistió en un 28 % de grasa, de la cual el 12 % era grasa monoinsaturada y más de un 55 % de carbohidratos.

Resultados del estudio

Durante el estudio, los investigadores descubrieron que la dieta mediterránea mejoraba la función endotelial. Los vasos sanguíneos de los participantes que siguieron esta dieta se mostraban más flexibles a la hora de adaptarse a circunstancias que exigían un mayor flujo sanguíneo. Además, la capacidad del endotelio para autorregenerarse mejoró en los participantes que siguieron la dieta mediterránea y se observó una gran reducción del daño anterior en el endotelio. Esto fue así incluso para los participantes que habían comenzado el estudio con una disfunción endotelial significativa.

Conocimiento a través de la práctica

Este estudio demuestra que la dieta mediterránea, tal y como fue diseñada en este estudio, puede ser una gran intervención para los pacientes que padecen enfermedades cardiovasculares, ya que les ofrece la oportunidad de reparar los daños en sus paredes cardiovasculares y lograr así una mejor salud cardiovascular.

Fuentes

[1]        Elena M. Yubero-Serrano, Carolina Fernandez-Gandara, Antonio Garcia-Rios, Oriol A.

Rangel-Zuñiga, Francisco M. Gutierrez-Mariscal, Jose D. Torres-Peña, Carmen Marin, Javier Lopez-Moreno, Justo P. Castaño, Javier Delgado-Lista, Jose M. Ordovas, Pablo Perez-Martinez, Jose Lopez-Miranda. Mediterranean diet and endothelial function in patients with coronary heart disease: An analysis of the CORDIOPREV randomized controlled trial. PLOS Medicine, 2020;17(9): e1003282 DOI: 10.1371/journal.pmed.1003282