El efecto de la PQQ en los síntomas de depresión

miércoles 12-enero-2022

La quinona de pirroloquinolina (PQQ) interviene en muchos procesos fisiológicos y tiene muchas posibles formas de aplicación clínica. La acción principal de la PQQ tiene lugar en las mitocondrias. En ellas actúa como coenzima para el ciclo del ácido cítrico, tiene una función antioxidante muy fuerte y estimula la producción de nuevas mitocondrias, un proceso también conocido como la mitocondriogénesis. Es evidente que la PQQ forma parte esencial en la producción de energía y en la ralentización del envejecimiento. Los estudios científicos demuestran que la PQQ también influye en el funcionamiento del sistema inmunitario y el cerebro [1].

 

La PQQ protege al cerebro a través de diferentes vías

La PQQ contrarresta el daño oxidativo en el cerebro y, por lo tanto, protege contra el declive cognitivo debido a la neurodegeneración, algo que ha sido ampliamente explicado en diferentes estudios científicos [2–4]. La PQQ también podría servir para el tratamiento de la depresión. La depresión puede surgir como resultado de una reacción inflamatoria en el cerebro. Los mediadores de la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro dan lugar a síntomas neurológicos y psicológicos [5]. La PQQ puede ayudar tanto a inhibir la inflamación como a proteger al cerebro del daño oxidativo a consecuencia de esta neuroinflamación [6].

 

Exceso de glutamato

Además, hay otra forma en que los síndromes neurológicos o psiquiátricos pueden desarrollarse, concretamente, debido a un exceso de glutamato. El glutamato es un neurotransmisor excitador y está estrechamente involucrado en todos los procesos de aprendizaje y formación de la memoria, aunque también puede ser tóxico si no se regula adecuadamente. Idealmente, el glutamato se libera como un neurotransmisor en la hendidura sináptica para unirse al receptor NMDA. De esta manera los mensajes se transmiten en el cerebro y el glutamato puede realizar su función. El magnesio y el GABA tienen gran importancia en la regulación del receptor NMDA.

Si hay demasiado glutamato presente, por ejemplo, por una ingesta a través de la alimentación elevada (como los aditivos comprendidos desde E620 hasta E625) o si el receptor NMDA no funciona de manera óptima debido, por ejemplo, a un bajo nivel de magnesio, el glutamato puede acumularse. Los estudios han demostrado que la toxicidad neuronal inducida por un exceso de glutamato puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de diversas enfermedades neurológicas y psiquiátricas y puede conducir a un comportamiento depresivo [7]. Por consiguiente, proporcionar protección contra esta toxicidad podría ser una parte importante del tratamiento o la prevención de la depresión. La PQQ puede influir en ello: varios estudios han demostrado que la PQQ protege contra el daño inducido por el glutamato o la muerte celular en el cerebro [8–10].

 

¿Qué alimentos contienen PQQ?

Los 10 alimentos con mayor concentración de PQQ son la soja fermentada, el perejil, el té verde, el kiwi, la papaya y las espinacas [11]. Asimismo, comer suficientemente de estos alimentos puede ayudar a aumentar la ingesta de PQQ. No obstante, normalmente solo tomamos una media de 500 microgramos al día a través de los alimentos. Por lo tanto, complementar con PQQ extra puede ser beneficioso cuando se presentan síntomas de depresión. Un estudio realizado en Japón mostró una destacable reducción de ciertos síntomas de depresión como la percepción del estrés, la fatiga y la mala calidad del sueño, después de una suplementación oral con PQQ [12]. Estos efectos positivos son importantes catalizadores en el tratamiento de la depresión.

 

 ¿Cómo podría aplicar esta información en su consulta?

Cada vez se dan más casos con trastornos depresivos en consulta. En primer lugar, es importante identificar los detonantes de estos trastornos. A menudo, el inicio de una depresión se debe a un conjunto de causas. Además del asesoramiento psicológico, las intervenciones para reducir el estrés, el asesoramiento nutricional, las recomendaciones sobre el sueño y el ejercicio físico, y/o la suplementación con PQQ, entre otras cosas, puede llegar a tener un gran valor adicional para el tratamiento. No se conoce ningún tipo de reacción de la PQQ con los medicamentos. En el marco terapéutico, la dosis a tomar es de 20 mg al día.